La popularidad negativa de los gatos negros se remonta a los años de
1560, debido a una leyenda de Lincolnshare (ciudad de Inglaterra) la cual cuenta que un padre
y su hijo caminaban por una calle y una pequeña creatura se les cruzó por
el camino, espantados le lanzaron piedras, la creatura huyó cojeando a la casa de una
anciana que se creía, era una bruja. Al día siguiente los habitantes de la ciudad encontraron
a la anciana con moretones y cojeando. Esto fue lo que detonó la persecución a los gatos
especialmente los negros casi hasta el punto de su extinción.
La creencia de que una bruja podía convertirse en un gato se propagó tanto que llegó
a América con los colonos ingleses que llegaron a donde hoy es Estados Unidos. Este fué
un factor muy importante durante la cacería de brujas de Salem.
Es curioso que la fama negativa de los gatos se haya mantenido hasta nuestros días, y más
el saber que antes, por el año 5000 A.C. en Egipto los gatos eran protegidos y al morir los embalsamaban
y enterraban en sarcófagos, muy parecido a lo que se hacía con los humanos.
En China se dice que Confusio 500 años A.C tuvo un gato como mascota.
Los musulmanes cuentan que Mahoma cargaba un gato mientras predicaba.
Se suponía entonces que si un gato sin importar el color se atravesara en el camino de alguien,
era señal de buena suerte.
¿Cómo pudo cambiar tanto esta percepción?
FUENTE: Sabiduría de escalera